En un mercado cada vez más competitivo, la vigilancia de la competencia se ha convertido en una estrategia esencial para la diferenciación de las empresas.
En este artículo, exploraremos algunas de las técnicas más efectivas para analizar a una empresa competidora.
- Análisis de la competencia directa e indirecta
El primer paso en el análisis de la competencia es identificar tanto a los competidores directos como a los indirectos. Los competidores directos son aquellas empresas que ofrecen productos o servicios similares a los que ofrece nuestra organización. Los competidores indirectos son aquellos que, aunque no ofrecen los mismos productos o servicios, sí compiten con nuestra empresa por los mismos recursos.
- Análisis de la estrategia de la competencia
Una vez identificados los competidores, el siguiente paso es analizar su estrategia. ¿Qué estrategia están siguiendo para ganar cuota de mercado? ¿Cuál es su propuesta de valor? ¿Cómo están posicionados en el mercado? Estas son algunas de las preguntas que deben responderse para entender la estrategia de la competencia.
- Análisis de la cadena de valor
Es también importante realizar un buen análisis de su cadena de valor. Esto implica identificar las actividades clave de la empresa y cómo estas actividades están interconectadas para crear valor para el cliente. Al comprender la cadena de valor de la competencia, se pueden identificar oportunidades para mejorar la propia cadena de valor de la empresa.
- Análisis de las fortalezas y debilidades de la competencia
Es importante conocer tanto las fortalezas como las debilidades de la competencia. Al identificar las fortalezas, se pueden identificar áreas en las que la empresa necesita mejorar para poder competir con éxito. Al identificar las debilidades, se pueden identificar áreas en las que la empresa puede superar a la competencia.
- Análisis del entorno
Por último, es importante realizar un análisis del entorno en el que se desenvuelve la competencia. Esto implica analizar tanto el entorno interno como el externo de la empresa. El análisis interno incluye la evaluación de los recursos, capacidades y competencias de la competencia. El análisis externo incluye la evaluación de factores económicos, políticos, sociales, tecnológicos y ambientales que puedan afectar la capacidad de la competencia para competir.
La correcta vigilancia de la competencia implica el seguimiento constante y efectivo de los movimientos y acciones de dicha competencia, y puede proporcionar a las empresas una ventaja competitiva significativa.