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En el momento en el que una empresa aborda el desarrollo de un nuevo producto o tecnología, es normal que surjan dudas en torno a si existe ya este desarrollo en el mercado, qué nivel de madurez presenta esta tecnología, que empresas lo han desarrollado hasta la fecha o si hay algún factor limitante en cuanto a su fabricación y comercialización.

A estas preguntas se les puede dar respuesta mediante la Inteligencia Competitiva, y el análisis detallado de la propiedad industrial existente en torno al producto o tecnología en desarrollo.

Pero, antes de nada, vamos a determinar lo que es la Propiedad Industrial y todo lo que engloba. Según la definición de la OPM (Oficina estatal de patentes y marcas) la Propiedad Industrial es la figura que protege, ante su explotación sin autorización, todas las creaciones que están relacionadas con la industria. Para ello, la Propiedad Industrial cuenta principalmente con diferentes herramientas:

  • Patentes y Modelos de utilidad: protegen invenciones consistentes en productos y procedimientos con fines industriales.
  • Diseños Industriales: protegen principalmente diseños de forma, es decir, la apariencia externa de los productos
  • Marcas: protegen combinaciones gráficas y/o denominativas que ayudan a distinguir en el mercado unos productos o servicios de otros similares ofertados por otros agentes económicos.

Si nos centramos en el desarrollo de nuevo producto o tecnología, las patentes y modelos de utilidad son las herramientas que más información nos pueden ofrecer. Su análisis se puede enfocar desde diferentes puntos de vista, en función de la información que se quiera obtener. Así, el análisis de patentes y modelos de utilidad (solicitudes) relacionados con un determinado producto o tecnología nos proporcionará información sobre los siguientes aspectos:

  1. Nivel de desarrollo de la tecnología. Con el análisis de las solicitudes a lo largo del tiempo, se podrá ver la evolución de la tecnología, y el estado de madurez de la misma (incipiente, madura, obsoleta). Además, se podrá determinar el encuadre de nuestro desarrollo dentro del ese ámbito tecnológico, y se podrán detectar una posible infracción de patentes.
  2. Líderes tecnológicos. El análisis ofrece una visión clara de las empresas que participantes en el producto/tecnología, y sus posibles colaboraciones (centros de I+D, centros formativos, redes de colaboración, etc.).
  3. Regiones del mundo de mayor potencial, zonas donde más patentes y modelos de utilidad se han solicitado a lo largo del tiempo. Se podrá determinar las regiones de mayor interés, además de las limitaciones geográficas en cuanto a fabricación, explotación y comercialización del nuevo producto/tecnología.

Así, mediante el análisis de la propiedad industrial, una empresa con un producto/tecnología en desarrollo podrá saber qué competidores se va a encontrar en este ámbito de desarrollo, cuál es el nivel de desarrollo del producto de la competencia, si es necesario o existe la posibilidad de colaboración interempresarial, y en que países lo puede fabricar, utilizar y comercializar.

Para los procesos de Inteligencia Competitiva, la propiedad industrial ofrece, por tanto, información fiable, estructurada y de gran calidad y valor, que puede ser usada en los diferentes foros de desarrollo de producto de la empresa para la toma de decisiones estratégicas.

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