Aplicación de algoritmos
Uno de los problemas más habituales de las empresas es un lead time no adecuado a las expectativas de los clientes o lo que realmente el mercado está demandado. Vinculado con esta no adecuación de las capacidades productivas y organizativas de la empresa, se originan una serie de despilfarros en forma de realizar cambios innecesarios en las máquinas, sobreproducción de referencias, movimientos de piezas, …, y una sensación de no controlar lo que está ocurriendo en el ámbito productivo, que genera, por una parte, una merma de la rentabilidad de la empresa y, por otra parte, un clima de trabajo tenso, estrés laboral, descontrol… ¿Te suena todo esto?.
Y a partir de aquí pueden venir las justificaciones de por qué ocurre todo esto:
- Es que mis clientes me cambian constantemente los pedidos.
- Es que tengo muchos pedidos (sí, me lo han llegado a decir).
- Es que los trabajadores no están motivados.
- …..
Y así hasta el infinito. Bien, y ¿qué podemos hacer para poder revertir esta situación? Lo primero manejar una serie de conceptos básicos como son la carga y capacidad.
La carga es, las repercusiones que tiene en mi entorno productivo los pedidos que tengo en curso, comprometidos y en fase de oferta. Ahora bien, debo ser capaz de poder cuantificar y vincular estas repercusiones en mi ámbito productivo. Para ello, debo desmenuzar lo que fabrico, definir donde lo fabrico (personas, máquinas…) y el tiempo que supone cada operación. De esta forma puedo conocer la carga y lo que ello implica en mi organización. Si la empresa no está habituada a emplear estos conceptos, probablemente le resulte difícil obtener el tiempo productivo. Esto se puede realizar de diferentes formas:
- Basándonos en históricos.
- Realizar estimaciones de tiempos.
- Medir los tiempos.
- Y una combinación de las 3 anteriores.
El siguiente aspecto que debemos tener en cuenta es la capacidad de la empresa. La capacidad se puede definir como el potencial y los recursos que dispone la empresa acotada a un espacio temporal. Para ello debemos elaborar un calendario de trabajo, que estará basado en el calendario laboral de la empresa y definir los turnos de las máquinas y las personas, y la vinculación de estas personas con estas máquinas.
De esta forma sabremos, por una parte, cual es la carga de la empresa, o los recursos que me está demandando el mercado, y, por otra parte, la capacidad o los recursos que dispongo para poder abordarlos.
Ahora bien, con esto solo no es suficiente. Si disponemos de cientos de órdenes de fabricación, y disponemos de una plantilla de unos 30 trabajadores y unas 40 máquinas, las posibles combinaciones y la forma de planificar se complican muchísimo. Estamos hablando de poder combinar y elegir 100 x 30 x 40 opciones diferentes. Que priorizamos, ¿el cliente, el plazo, los tiempos de cambio, el rendimiento de las máquinas…?
Para poder optimizar estas secuencias y poder abordar los pedidos y las órdenes en curso de la forma más eficiente posible, recomendamos emplear herramientas como la inteligencia artificial y su capacidad de poder realizar cálculos donde intervienen muchos datos. En el ámbito de la planificación, la inteligencia artificial o la capacidad de poder proponer diferentes escenarios priorizando los parámetros que elija la empresa (clientes, plazos, tiempos de cambio…), están ya integrados en los software que debería manejar una empresa y que desde Sakona ya ofrecemos e implantamos a nuestros clientes.